Se acabó aceptar las cosas porque sí, porque se supone que todo el mundo ha aceptado como verdad, porque lo dicen los medios de comunicación. Se acabaron los tiempos del seguidismo de líderes que no aportan nada, que siguen conceptos de una sociedad que han creado unos pocos poderosos. Se acabó la religión, encerrar nuestras mentes en paradigmas que no nos permiten evolucionar a dimensiones más altas, a todo nuestro esplender y potencial.
Nosotros debemos crecer desde dentro para cambiar lo que nos rodea, cambia tú y el mundo a tu alrededor cambiará. Desaprendamos para aprender nuevos paradigamas que expanden nuestra mente y nos ayuda a tener mayor equilibrio en cualquier razonamiento u emoción.
Se acabaron los profetas, somos cada uno, somos maestros y curanderos, tenemos todo el potencial, eregiros como líderes de vuestra vida y propagar que existen otras posibilidades de existencia mejores para el todo. Somos parte de un todo, pero todo empieza por descubrir nuestra verdadera identidad como seres divinos.
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