Están los que usan siempre la misma ropa. Están los que llevan amuletos. Los que hacen promesas. Los que imploran mirando el cielo. Los que creen en supersticiones.Y los que siguen corriendo, cuando les tiemblan las piernas. Los que siguen jugando, cuando se acaba el aire. Los que siguen luchando, cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuese la última vez, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren. Pero no se quejan porque saben que el dolor se pasa, El sudor se seca, El cansancio termina, pero hay algo que nunca desaparecerá: La satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos, hay la misma cantidad de músculos. En sus venas, corre la misma sangre. Lo que los hace diferentes, está en su espíritu.La determinación de alcanzar la cima, una cima a la que no se llega superando a los demás, sino superándose a sí mismo.
Hay tres cosas que nunca vuelven atrás:
- La palabra dicha.
- La fecha trazada.
- La oportunidad perdida.
2 comentarios:
Soy de las que siguen luchando cuando todo parece perdido. No es fàcil, pero tampoco imposible. Mirar atràs y percibir esos estados negativos es darse cuenta de lo mucho que hemos avanzado.
Shanty
Me alegro mucho, Shanty, que colabores y hayas leído el blog. Muchas veces percibimos lo que nos dicta la mente como verdadero e irreal, como bueno o malo, pero en realidad no somos lo que dicta nuestra mente, somos mucho más...
Cuando hay dificultades, bueno...siempre se aprende. Hay quien piensa que nuestra vida es fruto de nuestros pensamientos. Somos los responsables de nuestras vidas. Las posibilidades son ilimitadas, podemos desear todo lo que queramos, somos co-creadores de este universo.
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